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Alquiler SIN Ninos - 13/12/2017

ALQUILO SIN NIÑOS

No es de sorprender, encontrarse con avisos radiales y otros medios donde se nos plantee un alquiler sin niños o sin mascotas, me atrevo a decir que sucede ello habitualmente.

Aquí, quienes ejercemos la profesión inmobiliaria, nos vemos en la incómoda realidad de contar con propietarios que abiertamente nos comentan la situación de que no quieren alquilar a familias con niños o con mascotas. Ya casi es una costumbre y en la práctica tiene hasta cierta aceptación.

Ahora pongo al lector ante un anuncio diferente: “Alquilo propiedad a persona que no posea ojos rasgados” o “alquilo a persona solo de nacionalidad argentina”. Esto nos llamaría plenamente la atención y denotaría un acto discriminatorio pleno.

En el caso de los menores, son personas, y por lo tanto su exclusión es un acto discriminatorio que, como agentes inmobiliarios, no podemos de modo alguno avalar.

LOS TEMORES DEL PROPIETARIO

Hay temores que radican en los propietarios y que son entendibles, algunos de ellos son similares a los siguientes: “No los saco más si me dejan de pagar”, “Me destruyen la casa”, “los pibes rompen todo y molestan a los vecinos”, etc.

La experiencia nos indica que en casi dos décadas de ejercicio de la profesión no ha habido ningún caso que sobresalga de lo normal en cuanto a niños, es más, en cuanto a las mascotas hogareñas, tampoco.

Sin adentrarnos en la cuestión legal, podemos decirles a nuestros propietarios que no difiere el uso y goce del bien de una vivienda con niños, que sin ellos.

Siempre debemos destacar y recordarles a los propietarios que se apresten a poner sus casas en alquiler que están por emprender un negocio. Y éste implica siempre un riesgo. Habrá excelentes locatarios (inquilinos), como así también de los otros. Y nunca estaremos exentos de correr con alguno de ellos. Buenos o malos.

Por eso, lo que debemos tratar de garantizar desde nuestra actividad, son las garantías que se ofrecen en torno al alquiler, para allí depositar la confianza de la relación comercial, más allá de buscar también la seriedad de nuestros inquilinos mediante su historial de aptitud crediticia que algún servicio (en nuestro caso VERAZ) nos brinda.

Sin actos discriminatorios de los que no podemos participar, pero poniendo el ojo sobre el historial comercial, sobre todo del garante, se logra un buen alquiler. Esto le permite a ambas partes lograr sus objetivos: el locador (propietario) tener una buena renta, y por otro el locatario, un buen uso y goce del bien sin limitaciones absurdas.

Al finalizar el contrato, la propiedad debe ser devuelta en óptimas condiciones (como se debe entregar). Y allí no importa si eran personas mayores o con niños. Solo su estado general. En caso de incumplimiento responde la garantía.

La informalidad del mercado hace muchas veces que se interpongan cláusulas absurdas, períodos indebidos, y sistemas abusivos.

Siempre debemos tener en cuenta que, como en todo negocio debemos priorizar un “win – win – win” (Gane el propietario, el inquilino, y nosotros como intermediarios).

A la hora de alquilar es bueno por ello hacerlo dentro del mercado formal, en la que nosotros y los colegas trataremos de proporcionar lo mejor para que todas las partes estén satisfechas.Si logramos, como comerciantes y como miembros de esta comunidad tal fin, estaremos contribuyendo a un negocio más sustentable y a que menos personas recurran a la informalidad del mercado que tanto daño termina haciendo.

                Esperamos contribuir así a un enfoque clarificador de una pretensión absurda que tiende a hacerse costumbre y de la cual debemos desprendernos.

                Daniel G. Fernández

                Titular Responsable – Daniel G. Fernández y Asoc. Brokers Inmobiliarios.